lunes, 28 de septiembre de 2009

"¿EDUCAR O ADIESTRAR?"


”Si apruebas el examen te compro un regalo”, “No, hoy no ves la tele, estás castigado”. ¿Te suenan? A veces ya no sabes qué hacer para que tu hijo se comporte de una determinada manera. Es entonces cuando recurres al premio o al castigo, aunque no siempre son eficaces ni actúan de manera inmediata. En todo caso, se trata de recursos que debemos emplear con prudencia para que den resultados.
Tanto los premios como los castigos no tienen una prensa demasiado buena en algunos sectores de población. Ofrecer premios a los hijos es como reconocer un fracaso, es como si, al fallar como educadores, tuviéramos que recurrir al “sucedáneo” de los premios que, más que educar, adiestran.
Los castigos, por el contrario, no suelen dar tanta sensación de fracaso. Incluso socialmente son aceptados como padres responsables aquellos que castigan a sus hijos. De algún modo, se reconoce que el castigo sí es instrumento educativo, para terminar admitiendo que tampoco sirve de mucho porque el hijo tiene unas inclinaciones tales que no hay nada que hacer. Y se le va dejando de castigar y se acepta como irremediable “su manera de ser”.
Los premios y castigos son instrumentos eficaces en situaciones en las que el proceso educativo sufre desviaciones, paradas o retrasos. Son situaciones críticas y patológicas en las que el tratamiento habitual que se suministra en el proceso educativo, que son buenas dosis de ejemplos, persuasión y reflexión no surten efecto y es necesario restablecer un cierto equilibrio.



Un remedio será pues seguir una medicación adecuada basada en premios y castigos, además, claro está, de actuar en algunos otros frentes.
Premios y castigos, aunque afectan sólo a la conducta externa y, por tanto, pueden no influir en la personalidad íntima, generan un ambiente que facilita la comunicación entre las personas de la familia o mejora las capacidades de la persona. Ambos aspectos son elementos facilitadores de la educación. ¿No es cierto que será más fácil la educación de los hijos si, con ayuda de algún premio y algún castigo, conseguimos que mantengan el orden en sus cosas y usen ciertos modales? ¿No será lo mismo si conseguimos que estudien y mejoren su capacidad de razonamiento?
Retomando el símil de premios y castigos como medicinas, evidentemente su uso no puede ser indiscriminado ni generalizarse. Al igual que cualquier medicamento, es preciso adecuar su administración a la necesidad concreta del paciente y tener en cuenta sus contraindicaciones y efectos secundarios.
En resumen, los premios y castigos son recomendables y adecuados si se usan como medios temporales de obtención de logros y siempre de forma apropiada. Lea, por favor, las instrucciones de uso.


PREMIOS.
Instrucciones de uso.
Tipos de premios:


  • Premios previstos. Son las recompensas pactadas que se ofrecen si se presenta la conducta que se espera. El deseo de conseguirlas ayuda a regular la conducta.


  • Premios imprevistos. Se conceden sin previo aviso como reconocimiento a una conducta deseable. Puede producir efecto en la persona que lo recibe y en las que lo observan.

  • Ambos relacionan las conductas deseables con la recompensa.


  • Premios por entregas. Son los que mantienen el interés más vivo, al concederse puntos o vales acumulables cuando se producen pequeños logros. Al alcanzar una cierta cantidad, se logra el premio.


  • Premios liberadores. Permiten liberarse de alguna tarea desagradable.

Composición de los premios:


  • De base afectiva. Consisten en expresiones afectivas de los padres, como abrazos, felicitaciones, lugares preferentes en la mesa o en el coche…


  • De base material. Consisten en posesiones materiales, como diversos objetos o dinero.
    Relacionados con la autonomía. Ofrecen más libertad o autonomía para gestionar el dinero, el tiempo, el espacio… Orientaciones de uso:


  • Definir bien lo que se espera y el premio que se puede conseguir. Luego cumplir lo pactado. Proporcionar premios acordes con el esfuerzo realizado y con las posibilidades razonables de la familia. Plantear la obtención del premio a corto plazo para los más pequeños. Proponer premios alcanzables. Sólo son útiles si se confía en alcanzarlos.

Efectos secundarios:


Evitar su uso prolongado y variado porque crea adicción y no se actuará si no es a cambio de premios.
Modifica la conducta pero no necesariamente las actitudes y motivaciones, por lo que hay que combinarlos con otras acciones educativas.




CASTIGOS.
Instrucciones de uso.
Tipos de castigos:


Castigos previstos. Son las consecuencias desagradables que aguardan como respuesta a una conducta inaceptable determinada.


  • Castigos imprevistos. Son consecuencias desagradables que se otorgan sin previo aviso ante conductas indeseables. Tratan de evitar que se repita la conducta.

  • Castigos con oportunidades. Se ofrece un castigo si se da una conducta, pero se concede la oportunidad de rectificar en dos ocasiones antes de recibirlo.

Composición de los castigos:

  • De base afectiva. Consisten en expresiones afectivas negativas por parte de los padres como reprimendas, amonestaciones, alejamiento físico, silencio, caso omiso…


  • De base material. Suponen pérdida de ingresos, multas, no poder usar algo (TV, equipo de música, bicicleta…) o quedarse sin alguna posesión.


  • Relacionados con la autonomía. Restringen o privan de la libertad de salir, reducen el tiempo de ocio, exigen quedarse inmóvil, prohiben algunas relaciones…


Orientaciones de uso:



  • Elegir los castigos con prudencia. Los castigos han de cumplirse, por lo que un castigo absurdo o que no se cumple produce el efecto contrario.


  • Ser proporcionado a la conducta. Cuanto más indeseable, más severo.


  • Ser severo, es decir, ha de ser verdaderamente desagradable ya que si sólo supone una ligera molestia, se puede acabar aceptando la molestia como un mal menor.


  • Buscar castigos relacionados con la conducta indeseable. Así, por ejemplo, si se es descuidado y se estropean las cosas, se han de arreglar; si la conducta es molesta, se tiene que aislar…

  • Procurar que el castigo se acepte como algo merecido y se entienda que ayudará a mejorar.


  • AVISO IMPORTANTE: NUNCA LOS CASTIGOS PUEDEN ATENTAR CONTRA LOS DERECHOS Y LA DIGNIDAD DE LOS NIÑOS


Efectos secundarios:

Pueden aumentar la conducta indeseable. En algunas ocasiones, los hijos buscan llamar la atención de los padres y, al no conseguirlo con una conducta deseable, les basta con que les prestemos atención mediante castigos por las indeseables. En este caso está directamente contraindicado su uso.
Si el castigo se ve desproporcionado, injusto o absurdo, puede generar sentimientos de aversión, venganza y resentimiento. Como consecuencia, es probable que no se evite la conducta indeseable. También estará contraindicado su uso en estas circunstancias.
Dejo para el lector la elección del tratamiento más adecuado a las diferentes situaciones que se le presentarán. Y, de todas formas, en caso de duda, consulte a un especialista (profesor o psicólogo), es la persona más adecuada para facilitarle toda la información complementaria.

José María Lahoz García. Pedagogo (Orientador escolar y profesional), Profesor de Educación Primaria y de Psicología y Pedagogía en Secundaria.


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Es claro que el tema principal de este articulo es el premio o castigo que los padres le dan a sus hijos, según su rendimiento escolar, pero ¿hasta que punto es bueno?. Vamos por parte, veamos que nos plantea la autora con respecto a los premios y castigos. ella nos plantea que estos son rectificadores de conductas, y que por algunas partes de la sociedad los castigos no son bien vistos, pero estos tienen un "grado" de eficacia cuando se saben utilizar. Es ahora en este punto en donde se debe tener el cuidado con respecto hasta que punto se pueden utilizar pues el texto nos habla que los premios y castigos son instrumentos eficases en situaciones en donde se vea que el proceso de formacion o de educacion se ven alterados. Ahora bien debemos tener en cuenta que existe una homogeneidad de familias, y todas tienen sus maneras de enseñar, es lo que nos plantea la siguiente cita para apoyar esta parte del análisis:

"En todas las familias se dan una serie de circunstancias que van a determinar la manera de ser de los hijos. De la forma en que los eduquemos va a depender su carácter futuro. Todas las familias deben tener una serie de normas que habrán de ser cumplidas tanto por los hijos como por los padres y cada hijo deberá tener asignado una tarea que cumplir, además de un comportamiento común que deberán ir aprendiendo: ser ordenados, buenos modales en la mesa, tratar con respeto a los demás, cumplir los horarios, etc. Los niños actúan imitando las conductas. Es muy importante, por tanto, que vean en sus padres a personas disciplinadas que cumplen las normas de la familia y que en todo momento actúan con respeto y educación. Ante el incumplimiento de sus tareas o ante un comportamiento inadecuado, los padres deben actuar haciéndoles saber a sus hijos que esa forma de actuar no es la que esperan de ellos.Todos los padres, utilizan en algunas ocasiones como instrumento para educar a sus hijos, los premios y los castigos. Tanto uno como otro son métodos que pueden servir de gran ayuda para educar y para ir modelando la conducta de los hijos, todo dependerá de cómo los manejemos. Estos métodos son eficaces si no se utilizan con excesiva frecuencia y en los casos en que el tratamiento habitual, conversar y reflexionar no surta efecto"

( boletines gratis de pulevasalud. Dª. Trinidad Aparicio Pérez Psicóloga clínica. Psicóloga escolar ).


Como nos plantea la doctora que existen circunstancias en las cuales comienzan a determinar maneras de ser o mejor dicho marcan las conductas de los niños y niñas, y reafirma que los castigos y premios son métodos que son de ayuda para educar y corregir aquellas actitudes que no van de acorde a lo que los padres quieren de sus hijos, pero la pregunta que ronda en mi cabeza es...¿adiestrar o educar?... bueno creo que si partimos de la base que los niños y niñas son educados bajo ciertos parámetros que fueron impuestos por sus padres quienes estan inmerso en un medio social que exije ciertos comportamientos, el salir de esa norma debe ser castigado, como así, si esta dentro de estas normas se deben premiar la permanecia, y si dentro de estas normas logra nuevos niveles mayor sera su premio.

Bajo esta premisa puedo decir que hablar de castigos y premios en educacion es importante, la pregunta es como se deben hacer esto. la autora del texto nos dice lo siguiente: "los premios y castigos son recomendables y adecuados si se usan como medio temporales de logro y siempre de forma adecuada." pero contrastasdo esto con un titular de un periodico lleva todas la de ganar la entrtega de premios mas que castigos, el periodico titula lo siguiente:"Comprueban que premios son más eficaces que castigos para mejorar la conducta escolar"
(Un estudio del Instituto de Educación de Londres encontró que es mejor motivar a los niños a lograr comportamientos deseados en asistencia, puntualidad y clima escolar que sancionarlos)
(la tercera, 29 de abril de 2008). alli plantean que: "
Luego de revisar una decena de estudios y de políticas aplicadas en varios países para mejorar la conducta y asistencia en las escuelas, los investigadores Susan Hallam y Lyne Rogers concluyeron que las recompensas y los premios funcionan mejor que los castigos cuando se quieren lograr conductas, como la puntualidad, asistencia a clases y mejorar el clima en la sala de clases.
Los expertos chilenos coinciden en el diagnóstico. "Son más efectivos los reconocimientos que las sanciones, porque con los primeros valoras el aporte del sujeto y el deber se construye con un sentido interno; con los castigos la conducta se ve como algo externa, sin que el sujeto se responsabilice de ella", dice María Alicia Haltegaray, sicóloga y doctora en educación.
" bajo esta arísta podemos decir que nuestra labor como docentes es saber premiar las buenas actitudes de los alumnos, es asi como en el mismo articulo del periodico dan algunos ejemplos como:
"
En Chile, aunque muchos educadores prefieren no premiar lo que, se supone, debe ser un deber de parte de los alumnos, hay otros que sí buscan reforzar lo positivo. Es el caso de los colegios del Sagrado Corazón de Concepción, de los Pumahue y Manquecura, San Lorenzo de Recoleta, y del Instituto Miguel León Prado, de San Miguel, donde, entre otras cosas, se otorga a fin de año una distinción a los alumnos con asistencia completa.
En el primer establecimiento se premia a quienes tienen asistencia completa y puntualidad. En el San Lorenzo, su rectora, Patricia Jara, explica que con estos incentivos buscan reconocer en los alumnos los valores que el colegio busca promover, como el orden y la responsabilidad."


ahora bien como podemos hacer esto de los castigos y premios, algunos autores nos plantean lo siguiente:


Cómo premiar


Los premios sirven para reforzar la buena conducta. Es decir, si inmediatamente después de que nuestro hijo realice alguna tarea o tras una buena conducta, sucede algo gratificante para él, éste tenderá a hacer lo mismo con más frecuencia. De esta forma, con el paso del tiempo estas conductas se van repitiendo hasta que los niños consiguen aprenderlas. El niño debe entender con claridad qué conducta es la que esperan de él y qué es lo que los padres desean que haga con más frecuencia para ganar la recompensa. No hay que decir "qué desobediente eres" sino "por favor, pon la mesa".La recompensa debe ser inmediata y siempre la acordada, si cambiamos o retrasamos el premio que ya habíamos acordado lo entenderá como un incumplimiento de nuestra promesa. Por su parte, él deberá cumplir total y perfectamente con lo pactado; de lo contrario, no debemos recompensarle. Si deseamos que nuestro hijo cambie una conducta concreta, hasta que el comportamiento nuevo esté bien aprendido, debemos premiarlo cada vez que se produzca y conforme vaya mejorando su conducta ir distanciando las recompensas, a la vez que vamos introduciéndole otras exigencias nuevas hasta conseguir la conducta deseada. Para que los premios sean eficaces, debemos ir variándolos con el fin de que no pierdan interés para el niño. Debemos observar qué es lo que más le gusta a nuestro hijo y utilizarlo como recompensa. Los premios pueden ser de diferentes formas:- Los afectivos consisten en un reconocimiento, una sonrisa, un abrazo, felicitaciones, etc. Que nuestro hijo sepa mediante muestras de afecto que su conducta nos ha gustado y ha sido la correcta. - Los materiales pueden ser objetos, dinero o ir acumulando méritos hasta alcanzar un gran premio. - Y los liberadores consisten en librarse de alguna tarea fastidiosa para él. Estos últimos para niños más mayores.Los premios son más eficaces y útiles para corregir conductas o alcanzar la conducta deseada que los castigos.

Cómo castigar

Los castigos se utilizan como medio para corregir un comportamiento inadecuado. Sólo son eficaces si no se utilizan con excesiva frecuencia ni como recurso principal. No deben ser por tanto el modo habitual de corregir. El castigo por sí solo no es suficiente, debe ir acompañado de refuerzos positivos que enseñen al niño cómo sustituir su mala conducta por otra adecuada. Es decir, mostrarle qué es lo que debe hacer y elogiarle y felicitarle cuando lo consiga. Para aplicar un castigo, el niño debe estar advertido con anterioridad que ese tipo de comportamiento será castigado. Debemos reprenderle en el momento, ya que las conductas se regulan mediante consecuencias inmediatas. No obstante, si consideramos que estamos demasiado alterados debemos esperar a tranquilizarnos, de lo contrario, lo más probable es que le pongamos un castigo desmesurado. Debemos ser coherentes y firmes. Si le hemos dicho que esa tarde no verá la televisión como castigo, no podemos ceder a los cinco minutos porque nos está dando la lata y si él sabe que hasta que su cuarto no esté ordenado no podrá salir, debemos hacer que lo cumpla y no ceder. Hemos de tener siempre presente que a través del castigo lo que pretendemos es corregir a nuestro hijo un comportamiento, debemos, por tanto, poner castigos que sean eficaces y posibles de cumplir, olvidarnos de las amenazas que no haremos cumplir y de los castigos que sean excesivamente largos.

Dª. Trinidad Aparicio Pérez
Psicóloga clínica. Psicóloga escolar


La doctora de la cita nos deja en claro que los premios son para reforzar buenas conductas, pero esto se los plantea a los padres, y creo que tambien es un consejo que debemos tomar los profesores y futuros profesores, ademas ella nos dice y plantea que hay tres tipos de premios, los afectivos, que consisten en un gesto o muestra de aprecio, ya sea una caricia un abrazo, hasta una simple sonrisa, otro premio es el material, el cual consiste en regalar algo tangible y que el niño o niña decea, y por ultimo el liberador que consiste en liberar de tareas "fastidiosas" al niño y niña. así tambien la autora del texto hace algunas advertencias y dice que se debe evitar el uso prolongado de estos premios ,en el caso de los materiales, pues producen adicción y que ademas modifican la conducta, pero no la actitud. Así también la doctora de la cita nos dice con respecto a los castigos que es un medio para corregir una conducta o comportamiento inadecuado y que son utiles siempre y cuando no se utilizen con mucha frecuencia, así también la autora del texto inicial nos advierte que si el castigo es desproporcionado puede crear un resentimiento y en ves del cambio de conducta un empeoramiento de esta. ahora mirando desde una perspectiva educativa encontre una encuesta aplicada a algunos docentes sobre el tema muestra el resultado de una de las pregunta que dice




N16.- Programa los castigos?


A.- Sí


B.- No
Respuestas

B.- 91,1 % No
A.- 5,8 % Sí



El 91,1% de los profesores admite que no programa los castigos, sino que depende de lo que ha ocurrido. Es necesario programar los castigos o sanciones que se van a imponer cuando los alumnos no tengan el comportamiento adecuado. También es necesario programar el comportamiento deseado, al igual que se programan la instrucción en las diferentes materias que se imparten. Así como crear un sistema de normas de convivencia para el aula y fuera del aula, explicarlas a los alumnos y ayudar a conseguirlas, al igual que se presta ayuda para conseguir que se logren los aprendizajes académicos. No tiene ningún sentido educativo esperan que los niños se comporten mal para irles enseñando en función de lo inadecuada de su conducta. Incorporar a la programación objetivos educativos relacionados con la disciplina y el buen comportamiento y elegir las estrategias que ayuden a conseguirlos en función de las etapas evolutivas por las que pasan los niños y de las necesidades de convivir en grupo durante tantas horas al día ayudará a mantener un adecuado clima dentro del aula y un adecuado clima escolar. Hay que programar el comportamiento, secuenciándolo como los aprendizajes académicos, las consecuencias, las sanciones, premios y castigos: enseñar a comportarse.

En conclusión puedo decir que si bien por momentos y por algunos lugares de la sociedad son mal mirados los castigos, queda en claro que son una herramienta necesaria al momento de modificar ciertos comportamientos que se escapan de lo que se espera, como hemos visto el tema de los castigos y premios es avalado por sicologos quienes dan pauta de trabajos para llevar a cabo un castigo y un premio adecuado. En lo particular creo que para este tema se debe tratar en conjunto con los padres y llegar a acuerdos para asi lograr lo que quieren los padres y lo que necesita lograr el profesor, asi conseguiremos una mejor educacion para los alumnos y mantendremos a los padres informados de como pueden tratar a sus hijos.




Autoevaluación





1 Totalmente en desacuerdo No presento en ningún grado desarrolladas las característica planteadas en el enunciado.
2 En desacuerdo
Hay algunos elementos desarrollados (muy pocos) de los solicitados en el enunciado.
3 Ni de acuerdo ni en desacuerdo
Solo a veces presento los elementos que se piden en el enunciado.
4 De acuerdo
Ejecuto frecuentemente, en su análisis, lo solicitado en el enunciado.
5 Totalmente de acuerdo
Realizo todo lo planteado en el enunciado.


RUBRICA

1 Presento un texto que trata los temas desde una perspectiva educativa y es de mucho interés. (esto por que todos mis compañeros y compañeras están invitados a leer mis textos y comentarios)




2 Presento un texto que tiene una extensión mínima de al menos el equivalente en Word a 3 hojas de oficio. (el máximo no está regulado)




3 La presentación la he realizado de tal manera que sea de fácil lectura (respecto al color, tamaño y diseño de la letra) y se puede distinguir con claridad, en la presentación, el texto de mi análisis.




4 Le he incorporado al texto algunos gráficos o dibujos o fotografías alusivas al tema tratado, pues considero que esto invita a una lectura más amena y denota más interés por parte del o la autora del blog (y he incorporado mi propia fotografía)




5 Inicio mi análisis planteando como yo entiendo lo desarrollado por el autor (parafraseo)




6 Durante el análisis planteo con claridad mis planteamientos, críticas, puntos concordantes o discordantes con el autor/a.




7 Durante el análisis utilizo frecuentemente el recurso “citas de otros autores” para reforzar lo que he planteado yo, o algún punto que considero importante tratado por el autor del texto.




8 Las citas que utilizo son de diversas fuentes, tales como, otros autores buscados por mi, autores o ideas tratadas en clases, citas de presentaciones o disertaciones de mis compañeros, citas de artículos anteriores, etc.




9 Realizo en mi análisis aplicaciones o referencias a nuestra realidad educativa si es un texto extranjero, o a realidades educativas que yo he vivenciado para explicar con un sentido contextual el texto presentado.




10 En el último punto del análisis presento una síntesis de lo que he querido expresar, a modo de conclusión.


RESPUESTAS:

1= 5

2=4

3=5

4=5

5=4

6=4

7=5

8=5

9=3

10=4



Suma parcial de puntos de cada columna:
1=0
2=0
3=3
4=16
5=25


Mi suma total de puntos, según la suma parcial anterior, es de 44 puntos.
La nota de mi autoevaluación es:
6.16
La nota se obtiene multiplicando el puntaje total por 0.14
(Ej.: 50 ptos. Por 0.14 = 7.0)

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